Sirva este post para advertir de los peligros de la ola de calor, de cómo podemos prevenirlos y qué podemos hacer para paliar sus efectos. Visitantes y autóctonos debemos prestar especial atención para disfrutar de nuestro pueblo y de nuestro entorno con un mínimo de seguridad. Porque desde hoy nos vamos a ver afectados por una ola de calor que no nos va a dar tregua los próximos siete días. Así lo ven en AEMET:
Lo primero que debemos saber es cómo nos afecta el calor y de qué modo. Porque no es lo mismo un día de calor que unos días de calor. Nuestro cuerpo tiene que hacer un esfuerzo extra para mantener una regulación adecuada durante el paso de los días. Y ese esfuerzo es aún mayor cuando la humedad es alta y no hay viento. Estamos. Por tanto, ante una situación en la que cabe extremar las precauiones.
Además del factor ambiental hay que tener en cuenta las condicionales personales. ¿A quién afecta más el calor? La edad es determinante: mayores y pequeños forman parte de los grupos de riesgo. También personas con obesidad, las que sufren de diabetes o las que tienen problemas respiratorios o cardiovasculares. Atención especial a todos ellos.
Vamos a ver ahora, cómo combatir el calor. Y, con cuidado y sentido común, veremos que las medidas a tener en cuenta son fáciles de seguir:
- Hidratrarse: beber agua y no sólo cuando se tenga sed. Hay que asegurarse de que los niños beben agua de modo frecuente: los más pequeños nunca dicen que tienen sed. Y ayudar también a nuestros mayores, en especial a aquéllos que viven solos: un par de visitas diarias les serán de gran ayuda para hacer frente a los rigores del calor.
- Vestirse adecuadamente: prendas de algodón y de colores claros. Y por supuesto, en la calle, calzado ligero y que traspire.
- No exponerse al sol en las horas de más calor.
- Las comidas frescas y ligeras facilitan la digestión y ayudan recuperar las sales perdidas: ensaladas, zumos naturales, gazpachos…
- Evitar beber alcohol, café o bebidas azucaradas
- No abrir las ventanas en horas de máximo calor
- El ventilador, a temperaturas altas, sólo remueve el aire. Remedio casero: una bolsa de hielo delante de las aspas refrescará el ambiente y te aliviará un tiempo.
- Buscar la estancia más fresca de la casa.
- Y si no se tiene aire acondicionado, pasar un par de horas en un local que sí lo tenga ayudará a nuestro cuerpo a relajarse.
- No encender electrodomésticos que aporten calor en casa: huir de hornos, planchas o aspiradoras.
- Mantener toldos y persianas bajados.
- Usar métodos tradicionales: es un buen momento para ayudarnos de abanicos o botijos.
Especial cuidado si viajamos en coche:
- Bajo ningún concepto dejar a menores, personas mayores o mascotas con el coche cerrado y las ventanillas cerradas.
- Usar el climatizador pero tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura del exterior al interior en especial con los grupos de riesgo.
- Llevar agua
- Parar para descansar e hidratrarse
Vale. ¿Y si aún así somos víctimas de la ola de calor? ¿Cómo reconocer que nos está afectando?. ¿Cuáles son los síntomas más claros? La pérdida de agua y sales minerales puede producir desde dolor de cabeza a mareos, debilidad, calambres, náuseas y aumento de la temperatura corporal. Un golpe de calor puede ser mortal si no recibimos ayuda inmediata y adecuada. ¿Qué hacer si sufrimos…
- …calambres?
Si sudamos mucho y notamos calambres en piernas, abdomen o brazos, debemos detener nuestra actividad física, descansar en un sitio fresco e hidratarnos. Y consultar a los servicios médicos si al cabo de una hora los calambres persisten.
- …debilidad?
Es más frecuente cuando nuestro cuerpo resiste varios días expuesto a un calor excesivo. Podremos notar cansancio, mareos e incluso desmayos. En estos casos hay que detener toda nuetsra actividad y descansar en un lugar fresco sin dejar de hidratarse. Si en un hora no mejoramos, acudir al médico.
- … golpe de calor?
Es la situación más peligrosa. Nuestro cuerpo no es capaz de controlar la temperatura que puede aumentar de modo muy rápido. Los síntomas: enrojecimiento de la piel, pulso más rápido, dolor de cabeza, sequedad e, incluso, desmayos. En casos así y mientras nos ponemos en manos de los servicios médicos, debemos ayudar a quien lo padece, ubicándolo en un lugar fresco y aplicando paños con agua fría.
Cuando el calor aprieta, la prevención es siempre la mejor opción. Y para aquéllos que, como en el caso de Escatrón, ven en el Ebro un aliado perfecto para combatir el calor, cuidado: los ríos son cauces naturales e impredecibles. Y, por tanto, muy peligrosos. En nuestro próximos post hablaremos de ello. Mientras, si buscáis el amparo del agua, podéis refrescaros en nuestra piscina municipal.
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