Hace unos días publicábamos en nuestro blog el reglamento del Plan General de Pesca aprobado por el Gobierno de Aragón. Hoy, la noticia es otra: la suspensión cautelar de parte del articulado de ese mismo plan como consecuencia del auto del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (00035/2017) atendiendo a la demanda expuesta por la FAPYC (Federación Aragonesa de Pesca y Carpfishing). ¿Cuál es el objetivo de la FAPYC? Básicamente que la ley que se modifique y se permita la pesca en la modalidad de captura y suelta para las especies consideradas exóticas como la carpa, la trucha arco iris, el balck bass o el siluro.
En este punto, sin embargo, las posturas parecen irreconciliables. Mientras los ecologistas aplauden la Ley General de Pesca, el Gobierno de Aragón aduce que se limita a cumplir y hacer cumplir la ley emanada de la sentencia del Tribunal 637/2016 que a su vez está basada en el Real Decreto 630/2013 y que, según se denuncia desde Fapyc, no recoge el posterior cambio de normativa que se hizo con la ley 33/2015. Este hecho permite que cada comunidad autónoma pueda legislar prácticamente a voluntad y así, mientras en Aragón se consagra el principio de pesca con muerte, en otras comunidades como la catalana, andaluza o extremeña, sigue en vigor el precepto de captura y suelta. En el caso de Aragón, según denuncia FAPYC, se trataría de una errónea interpretación de la norma por parte de la autoridades.
En cualquier caso, este agravio comparativo supone que Aragón se quede en el vagón de cola del turismo fluvial motivado por la pesca deportiva. José Ramón López pardo, director general de Gestión Forestal, caza y pesca, espera que la solución llegue de manos de la ley que está preparando el gobierno central y que los afectados consideran, por otro lado, más proclive a resolver los problemas que platean. El Gobierno de Aragón, en todo caso no va a elaborar una norma nueva mientras existe la suspensión cautelar. En este sentido el Plan de pesca queda sin efecto para las especies fruto de la demanda de la FAPYC, algunas de las cuales, como la carpa, lleva viviendo en el Ebro desde época romana. Otras, como el Black bass fueron introducidas en los años 50 fruto de una repoblación controlada por las autoridades.
Los ecologistas y conservacionistas, por su parte, aplauden la erradicación de estas especies y apuestan por cambiar el tipo de uso que se les da a estas aguas y,regenerar el ecosistema. Según argumenta Enrique navarro, investigador del CESIC, costaría más dinero depurar las aguas maltratadas por las especies invasoras que el flujo económico que genera el propio recurso de la pesca en el Bajo Ebro.
En cualquier caso, más allá de la postura del colectivo ecologista o de partidos políticos como Podemos, la mayoría de posiciones cierran filas en torno al debate apostando, a priori, por la modalidad de captura y suelta. En este sentido, José Luis Bruna, Presidente de la Federación Española de Pesca, considera que antes de lanzarse a erradicar especies hay que adaptar la norma a las exigencias europeas e incorporar, por ejemplo, la figura de la especia exótica naturalizada. Según Bruna, las especies autóctonas no pueden proliferar en fondos como los que hay entre pantanos, con tramos de ríos absolutamente colmatados y cenagosos por lo que no es viable su reintroducción. Además, apuesta por condicionantes que pasan por la elaboración de estudios científicos rigurosos que avalen, por un lado, la sostenibilidad del ecosistema y, por otro, la capacidad de compensar el impacto económico que puedan causa la erradicación de este tipo de especies en los territorios afectados.
Dese la Asociación Ebro con Vida, se apuesta, también por mantener la viabilidad de estas especies invasoras apostando por su control en determinados tramos del río pero no por su exterminio, de acuerdo a la importancia que tienen en el desarrollo económico de la zona. Su solución pasa por regular de acuerdo a la normativa europea referida a embalses y medios artificiales.
Las cifras, por el momento, son contundentes a favor de quienes argumentan que el perjucicio económico de la ejecución de la norma sería irreversible para las tierras aragonesas que viven de la pesca. En España hay más de 80.000 personas federadas para la práctica de la pesca deportiva, 6.000 de ellas en Aragón y el número de practicantes alcanza casi los dos millones de licencias en todo el país. La pesca deportiva aporta más de 3.000 millones de euros a la economía nacional, 8.000.000 € sólo en el tramo del Bajo Ebro.
Desde los sectores económicos que dependen de la pesca se reclama que no se legisle en contra de esos más de 500 km de costa de los que dispone el Mar de Aragón cuyo principal atractivo reside, precisamente, en la gran variedad de especies que se pueden pescar. Se trata de un sector que atrae un turismo de alto nivel adquisitivo y que ahora, está desviando sus reservas a establecimientos de Andalucía y Extremadura en los que no se aplica la legislación que obliga a sacrificar las piezas una vez capturadas.
En este vídeo publicado en la página de la Plataforma en Defensa de la Pesca puedes ver el debate completo emitido por el programa Aragón en Abierto.
Mientras la suspensión se mantiene, esperamos que la redacción de la norma a nivel estatal satisfaga a todas las partes y sea capaz de conciliar la recuperación de nuestras aguas con unos usos económicos que se han convertido ya en vitales para el sostemiento socioeconómico de unas zonas que, como la gran mayoría de zonas rurales, nunca han andado sobradas de posibilidades.
Descárgate aquí el auto dictado por el TSJ: Auto de suspensión del TSJA-16-03-17sobre el Plan General de Pesca 2017
Según se desprende del mismo la trucha arco íris, la carpa común y el black-bass pasan a ser especies pescables en la modalidad de captura y suelta
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