Hace ocho años, la comarca adjudicó la contratación del servicio de recogida de basuras a la empresa SEULA por un periodo de cuatro años iniciales prorrogables después de año en año.
Sin embargo, el servicio comenzó a ser defectuoso de forma gradual y, antes de cumplirse el octavo año de contrato, la Comarca decidió rescindirlo y licitar de nuevo el servicio.
Tras la licitación, la empresa ganadora fue Norvert Sorigué, pero SEULA se mostró en desacuerdo con la valoración de puntos realizada en la fase de licitación y llevó el caso ante el tribunal de contratos, que decidió suspender la adjudicación a la empresa ganadora hasta que el litigio estuviera resuelto y se negó a aceptar las medidas cautelares que se pidieron desde Comarca.
El proceso se fue alargando en el tiempo y, mientras tanto, ha tenido que seguir siendo SEULA la empresa prestadora del servicio de recogida de basuras, a pesar de que este supone un sobrecoste de casi 45.000 euros al año comparado con el precio ofrecido por la empresa ganadora de la adjudicación. Además, la calidad del servicio ofrecido por SEULA, a sabiendas de que su contrato de adjudicación tiene fecha de caducidad, ha ido disminuyendo progresivamente en los últimos meses, generando numerosas quejas de vecinos de todos los municipios. “Como saben que no van a quedarse con el servicio, están aprovechando para no hacer la reposición de contenedores que corresponde, por ejemplo. La vida útil de un contenedor son 4 años, pero tenemos contenedores con más de 8 años, que están en un estado lamentable. Lo mismo sucede con los camiones, que son propiedad de la Comarca, pero cuyo mantenimiento corresponde a la empresa adjudicataria. La nueva empresa adjudicataria se había comprometido a quedarse con los camiones y a ofrecer una cantidad económica por ellos. Esta cantidad será mucho menor cuando se resuelva el conflicto porque los camiones estarán en peores condiciones”. En resumen, SEULA sigue cobrando igual, pero presta un servicio deficiente que pagamos todos”, explican desde la Comarca.
Ante esta situación, y en base a que el contrato con SEULA está excedido desde marzo de 2018, pero a su vez el procedimiento está paralizado ante el juez, la Comarca ha decidido abrirle a la empresa un expediente sancionador por incumpliendo de contrato, y anima a los vecinos a que presenten sus quejas al respecto rellenando un impreso que podrán encontrar en los próximos días en todos los ayuntamientos. “Todos los alcaldes llevamos meses teniendo reuniones para intentar solucionar el problema, pero el resultado es que los camiones están en malas condiciones, los contenedores están en mal estado, falta limpieza, se producen malos olores y seguimos esperando una resolución judicial que nos está costando mucho dinero de más a todos los vecinos de la Ribera Baja”,
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